¿Qué es lo que deseamos leer?
En el fondo a todos nos gusta lo mismo. Sentir en el lugar de otro. Vivir vidas diferentes como decía Sabina. Las vidas de todas las personas que no hemos sido.
El trabajo principal del escritor es conseguir que quien lee se ponga en la piel del personaje y sienta las cosas que el personaje está sintiendo.
La cuestión es ¿cómo consigues eso?
Los personajes
Para la transmisión de sentimientos, el papel de los personajes es esencial. El personaje es el avatar a través del cual el lector vive otro mundo. No es necesario que el lector se identifique con el personaje, ni siquiera que el lector apoye al personaje. Lo que sí es esencial es que el lector tenga interés en lo que ocurre con el personaje. Si pensamos en un partido de fútbol, los aficionados de un equipo por supuesto tienen interés en los partidos de su equipo, pero también tienen interés ( para ver si pierde) en los partidos de su rival. Tanto los partidos de su propio equipo como los del rival son partidos interesantes. Sin embargo los partidos de terceros equipos, suelen resultar indiferentes.
Eso no debe llevar a cometer un error de bulto, la idealización, convertir a un personaje en perfecto para que los lectores estén a su favor. O al contrario, convertir a un villano en malo malísimo para que nuestro odio por él nos haga interesarnos. Eso puede funcionar para algún público ( por ejemplo películas de superhéroes o la descripción del señor Grey en 50 sombras) pero cualquier lector con un poco de tablas se dará cuenta de que son personajes de cartón piedra y dejará de sentir interés.
Los sucesos de la novela
La realidad y la ficción son muy diferentes. En la realidad nos llaman la atención las cosas que no ocurren prácticamente nunca. Si un avión aterriza en la piscina de nuestra casa, se abre la puerta y salen unos extraterrestres que tocan "Yesterday", me siento impactado.
¿Por qué me impacta? Porque la posibilidad de que ocurra eso es extremadamente pequeña. Es la teoría de la simplicidad.
Sin embargo en la literatura no funciona crear acontecimientos rocambolescos. Al escribir, me cuesta lo mismo escribir "se levantó, comió dos tostadas con miel y se lavó los dientes" que "se abrió el suelo y apareció el demonio". En la narración un suceso así se puede crear facilmente y por tanto su valor no es el mismo que en la realidad. Así que no podemos transmitir sentimientos por los sucesos en sí mismos.
Además los sucesos increíblemente poco probables en la realidad producen el efecto de la ruptura de la verosimilitud.
El relato no tiene que ser real, por eso es un relato, pero tiene que parecerlo. En el momento en que se introducen acontecimientos poco probables, la sensación de verosimilitud desaparece en el lector. Eso ocurre más que nunca cuando el autor usa algún acontecimiento poco creíble para salvar al protagonista. Si el protagonista está rodeado por 6 asesinos a sueldo con metralletas y de pronto ocurre un terremoto que le salva, lo que piensa un lector sensato es ¿y ahora cómo me voy a preocupar por cualquier otra situación de peligro del protagonista si sé que el autor lo va a rescatar con cualquier excusa?
La mejor manera de usar los sucesos para transmitir sentimientos es explorar el efecto que el acontecimiento produce en los sentimientos, pensamientos y carácter del protagonista. Al vivir un suceso con el protagonista, nos acercamos a él, nos sentimos más unidos. Es como esos amigos con los que hemos compartido muchas cosas.
La ambientación
En las librerías modernas se agrupan los libros no por su tema real sino por el decorado. ¿Es Harry Potter un libro de fantasía? Sí, evidentemente habla de magia, pero en realidad habla de un niño que lucha contra el mal. ¿Es 50 sombras un libro de sado o es más bien un libro de amor?
Los temas están inventados hace mucho tiempo, y se basan en las emociones humanas ( la venganza, los celos, la ambición...) Las agrupaciones que se hacen son meras referencias al decorado y la ambientación.
Eso no significa que el decorado sea indiferente. Cada tipo de ambientación habla de una manera a diferentes lectores. Yo huiría como de la peste de un libro sobre tres generaciones de mujeres en la china del siglo XVI que posiblemente a mí madre le espantaría. Sin embargo las guerras épicas en el planeta Torsh a mí me interesarían y a ella no.
El decorado transmite sensaciones porque construye imágenes en nuestra mente. Y las imágenes son totalmente distintas si estamos hablando de un romance en la playa de Saint Tropez o entre las rejas del campo de concentración de Autschwiz.
El papel del lenguaje
Para ponernos en la piel de otro, el lenguaje no puede ser más que una herramienta. Eso es algo que los escritores que empiezan suelen olvidar. Se recrean en su uso del lenguaje, pero no como un medio sino como un fin. Y por supuesto hay lectores ( no demasiados) que son capaces de disfrutar el uso del lenguaje en sí mismo. Es algo muy posible en un poema o incluso en un relato corto. Pero en el caso de una novela es muy difícil que ocurra.
La principal función del lenguaje es transmitir sensaciones y no llamar la atención sobre sí mismo.
Digo que ha de transmitir sensaciones porque el lenguaje es la manera de hablar del narrador o del personaje, y puede ponernos en situación, siendo por ejemplo culto, vulgar, espontáneo, arcaizante, técnico.
Eso lo podemos ver en un libro como Pantaleón y las Visitadoras que usa diversos tipos de comunicación para referirse a los mismos hechos. En cada una de esas formas el lenguaje es diferente.
Pero la función principal del lenguaje es pasar desapercibido, ser el envoltorio en el que se transmiten las sensaciones y las ideas.
De una u otra forma, tu pregunta en todo lo que escribas siempre ha de ser la misma. No tanto ¿está esto bien escrito? como ¿ qué sensación le transmite esto al lector?