Por: flickr.com/photos/seattlemunicipalarchives/3307102152/
¿Sientes a veces que te resulta difícil crear algo original?
Yo sí lo siento muchas veces.
Me pongo delante del ordenador y todo lo que se me ocurre son ideas habituales y expresiones trilladas. Las musas pasan de largo como un autobús demasiado lleno de gente.
¿Qué ocurre?
¿Se ha secado para siempre nuestra inspiración?
Quizá la respuesta es más fácil.
Dijo Jim Rohn que somos la media de las 5 personas con las que pasamos más tiempo. Y es verdad.
Dijo alguien que somos lo que comemos. También es cierto.
En lo que se refiere a nuestra mente somos lo que leemos y escuchamos.
Somos quienes nos rodean.
Los que nos rodean son los que poco a poco nos van esculpiendo. No solo las personas que respiran y se mueven, también las personas a las que leemos y las personas que escuchamos a distancia.
Antes, los escritores se rodeaban de otros escritores en los cafés para hablar de literatura. Ahora, nos limitamos a chatear por Whatsapp con el primo que nos envía fotos de mujeres desnudas o chistes de políticos.
Antes, los escritores pasaban las tardes en sus bibliotecas leyendo a los clásicos delante de la chimenea. Ahora entramos en las redes sociales para saber que ha pasado con el último concejal pillado en fuera de juego.
¿Quieres ser como Ernest Hemingway? Recuerda entonces que tenía en su entorno a Scott Fitzgerald y Gertrude Stein.
¿Quieres ser como Jack Kerouac? No olvides que tenía a William Burroughs y los Beats.
¿Quieres escribir como J.R.R. Tolkien? Entonces no olvides su amistad con C.S. Lewis.
Hay una expresión en inglés que define muy bien lo que nos ocurre: GIGO. Es el acrónimo formado por las palabras Garbage in, garbage out. Basura dentro, basura fuera. Si metes en tu sistema basura, saldrá basura.
Si todos los días nos limitamos a alimentar nuestro animal literario con sobras, acabaremos convirtiéndolo en un cerdo incapaz de hacer algo que no sea gruñir.
Es una expresión dura. Sí, porque quiero recordar esa imagen. Porque no quiero que te dejes llevar por la rutina. Quieres escribir, si no no estarías leyendo esto. Quiero escribir, si no no estaría escribiendo esto. Y quiero que tanto tú como yo lo consigamos.
Crea un entorno estimulante, comparte tu tiempo con personas creativas, lee y estudia a escritores de prestigio.
Si quieres ser escritor, crea un entorno de escritor.
Las musas vendrán. Pero nosotros tenemos que ayudarlas.