Orwell consideró que sus contemporáneos tenían la tentación de usar frases sin sentido o manidas era como un "paquete de aspirinas siempre a mano". En concreto, esas frases están siempre listas para dar forma a los pensamientos del escritor, para ahorrarle la molestia de pensar -o escribir- con claridad. Sin embargo, llegó a la conclusión de que el progresivo declive de la lengua inglesa era reversible y sugirió seis reglas que, según él, evitarían muchos de estos fallos, aunque "uno podría mantenerlas todas y seguir escribiendo mal inglés".
- Nunca utilices una metáfora, símil u otra figura retórica que esté acostumbrado a ver impresa. Orwell se refirió especialmente a las "metáforas moribundas" como "talón de Aquiles" y argumentó que se utilizaban sin saber lo que realmente se estaba diciendo. Además, afirmó que el uso de metáforas de este tipo hacía que el significado original de las frases perdiera sentido porque quienes las utilizaban no conocían su verdadero significado.
- Nunca uses una palabra larga cuando basta con una corta.
- Si es posible suprimir una palabra, suprímela siempre.
- Nunca uses la pasiva donde puedas usar la activa.
- Nunca utilices una frase extranjera, una palabra científica o una palabra de jerga si puedes pensar en un equivalente en inglés cotidiano.
- Rompe cualquiera de estas reglas antes que decir cualquier barbaridad.